Así es, pues además de adquirir la capacidad para comunicarte con personas de todo el mundo, tu cerebro mejorará en los siguientes aspectos:
1) Plasticidad cerebral: Conocer un segundo (o tercer) idioma modifica la estructura del cerebro de manera positiva. Más específicamente, incide en el área que procesa la información, mejorando el aprendizaje y la memoria.
2) Concentración: Se ha demostrado que los niños que aprenden más de un idioma tienen una mayor capacidad de concentrarse y enfocar su atención. Es decir, son más capaces de ignorar las cosas que puedan distraerlos.
3) Gimnasia mental: Durante el día desarrollamos diferentes tareas, y nuestro cerebro debe tener la habilidad de pasar de una a otra. Lo mismo que cuando una persona bilingüe debe cambiar de español a inglés al cambiar de interlocutor. Este solo ejercicio ayudaría a hacer este paso de multitarea con mayor éxito que una persona no bilingüe.
4) Retrasa el Alzheimer: Un estudio realizado en la Universidad de York encontró que las personas que manejaban más de un idioma tardaron de 4 a 5 años más en mostrar síntomas de la enfermedad que quienes hablaban uno.
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